Valor atemporal
El mundo se está volviendo cada vez más rápido. Todo parece cambiar en cuestión de segundos y es difícil parar. A veces es muy importante parar para disfrutar de los pequeños momentos de la vida y, si es posible, capturarlos en imágenes. Son precisamente estos pequeños momentos de la vida los que pueden hacernos sonreír, sorprendernos o inspirarnos, no solo una vez, sino tantas como queramos.
Quiero capturar estos momentos tan valiosos de mi vida, ya sea la risa de mi hijo mientras corre en la primera nevada del año, el juego de luces entre las ramas cubiertas de nieve o los instantes en que conozco personas nuevas. Todos estos momentos tienen una magia especial que quiero capturar para mí y para los demás. De esta manera, lo fugaz se vuelve eterno.
Fotografía, reducida a lo esencial
Como fotógrafo profesional, tengo a mi disposición una amplia gama de cámaras, lentes y herramientas con las que trabajo a diario. Por este motivo, siempre he querido una cámara que pueda llevar conmigo en todo momento.
Llevo usando las cámaras de la serie X100 más de diez años. Para mí, se han convertido en compañeras indispensables con las que capto el mundo que me rodea. El diseño minimalista y la estética discreta del X100VI me fascinan, porque me permiten concentrarme plenamente en el momento. Su aspecto discreto me inspira cada vez que la tengo en mis manos.
Las cámaras y objetivos grandes suelen colocarse en primer plano, ocupan espacio, llaman la atención, distraen a las personas que están delante de la cámara y hacen imposible captar momentos auténticos y sin posados.
Precisamente por eso aprecio tanto la X100VI. Es una cámara discreta, nunca se entromete y no estropea la conexión con las personas que tengo frente a la lente. Si la llegan a notar, suele ser el tema de conversación y me permite conectar con la gente.
Retratos en las calles
Me encanta la fotografía callejera, especialmente por los momentos auténticos y sinceros que puedo capturar. Las fotos cuentan historias cotidianas, capturan los cambios que estamos viviendo como sociedad en las imágenes. Sin embargo, también es importante para mí entablar un diálogo con las personas para tener más información sobre ellos y su historia. Cada persona es única, con una gran cantidad de experiencias, pensamientos y sentimientos que caracterizan su personalidad. Con un retrato espontáneo, intento capturar todo esto en una foto sin palabras.
La discreta X100VI no solo es la cámara perfecta para la fotografía callejera, sino que con su distancia focal de 23 mm también es ideal para retratos atmosféricos. Con el sensor de 40 megapíxeles,
el estabilizador de imagen integrado, el reconocimiento de escenas basado en la tecnología de aprendizaje profundo y el rápido autofoco, puedo tomar fotografías detalladas en cualquier situación. Esto me permite concentrarme plenamente en lo esencial cuando tomo fotos: inmortalizar el momento perfecto.
Momentos para la eternidad
Como fotógrafo profesional, no debes olvidar que la fotografía también es una pasión y un pasatiempo. Cuando viajo con mi familia y mis amigos, nos centramos en las experiencias: las risas, las sorpresas e incluso los pequeños percances que hacen que nuestras aventuras sean especiales. La fotografía me ha enseñado a estar presente, a mirar el mundo con los ojos bien abiertos y a apreciar y capturar la belleza de lo cotidiano.
La cámara es mi compañera constante, una herramienta que me ayuda a capturar el momento fugaz. Ya sea la risa de los niños, una barbacoa espontánea sobre la nieve o la cálida luz del sol vespertino reflejada en las caras de mis seres queridos; vale la pena capturarlo todo.
A fin de cuentas, es esa capacidad mágica para congelar momentos la que hace que la fotografía sea irreemplazable.



