El ornitólogo y fotógrafo de vida salvaje Kiko Arcas habla sobre sus objetivos Fujinon preferidos
En su trabajo como fotógrafo especializado en aves, Kiko Arcas trabaja con sujetos muy pequeños, rápidos y nerviosos. En consecuencia, necesita seleccionar objetivos que puedan hacer frente a esto.
“Todo depende del destino, la proximidad de los animales y, sobre todo, de cómo quiero fotografiarlos”, comienza Kiko.
“Cuando puedo, utilizo un teleobjetivo con una distancia focal fija, en gran medida debido a la luminosidad que ofrece un abertura más amplia, ya que puedo obtener una velocidad de obturación más rápida en condiciones de poca luz, pero también debido a la mayor nitidez”, continúa.
“Cuando la distancia focal de mi objetivo fijo no es suficiente, utilizo un potente zoom para obtener ese alcance adicional”.
Elegir una distancia focal
“Los factores que me hacen seleccionar una distancia focal son, en primer lugar, la especie que quiero fotografiar; en segundo lugar, el tamaño de esa especie; y, por último, cómo quiero fotografiarla. Podría ser un primer plano, una imagen media o una composición más abierta”, explica Kiko.
“En el caso de aves pequeñas, puesto que las fotografío normalmente en comederos o bebederos, la distancia focal que uso con más frecuencia es de entre 200 mm y 400 mm. Si quiero fotografiar una especie más escurridiza que no permita un buen primer plano o simplemente porque estoy fuera con la cámara a pie o en el coche, la distancia focal será de entre 400 mm y 600 mm.
“Mi primera opción sería sin duda el FUJINON XF200 mm F2 R LM OIS WR con el teleconvertidor XF1.4X TC WR, en primer lugar debido a la distancia focal y en segundo lugar debido a la excelente calidad garantizada.
“Otra opción sería un zoom medio como FUJINON XF70-300 mm F4-5.6 R LM OIS WR o XF100-400 mm F4.5-5.6 R LM OIS WR, pero si sé que voy a necesitar algo más tiempo, sin dudar, optaría por el XF150-600 mm F5.6-8 R LM OIS WR.
“Sin embargo, al final, la decisión de utilizar una distancia focal u otra se basará en lo que quiero fotografiar y en cómo quiero hacerlo”.
Características esenciales de los objetivos para fotografías de vida salvaje
Los objetivos son más que la suma de sus longitudes focales. Para Kiko, alguien que pasa largos días haciendo senderismo en la naturaleza, debe considerar lo adecuado que es su equipo para un uso prolongado al aire libre.
“El hecho de que estos objetivos sean ligeros hace que todo el esfuerzo sea más soportable”, insiste. “Hace unos años, no me habría planteado llevar tanto equipo en mi mochila.
“Durante años, utilicé otra marca en la que solo el teleobjetivo pesaba 5,5 kg, algo que hoy me resulta impensable. Tengo que agradecer a FUJIFILM que fabrique un equipo tan potente y ligero.
“Han conseguido encontrar un equilibrio entre la cámara y el objetivo que me permite llevar dos cuerpos de la cámara con empuñaduras de batería (FUJIFILM X-H2S y X-H2), XF200 mm F2, XF150-600 mm F5.6-8, XF10-24 mm F4 R OIS WR y XF18-55 mm F2,8-4 R LM OIS en mi mochila. Acabo de añadir FUJIFILM X100VI, que encaja perfectamente en la última ranura disponible”.
Señalando XF200 mm F2 y XF150-600 mm F5.6-8, Kiko elogia su idoneidad para su trabajo. “Ambos están sellados contra la intemperie, lo que me permite trabajar sin miedo a sufrir daños”, señala. “Otra característica fundamental es que ambos tienen estabilización. Esta es una gran ayuda, ya que puedo utilizar velocidades de obturación muy lentas mientras trabajo cámara en mano.
“También debo mencionar el autoenfoque. Hoy en día, es impensable hablar de fotografía de vida salvaje y no tener un buen AF en la cámara; si no es rápido, estamos condenados a fallar. Gracias a X-H2S, tanto si uso la detección de sujetos en aves como si no, el AF funciona perfectamente con estos objetivos y me garantiza resultados, lo que me da mucha seguridad”.
Control de la trepidación de la cámara a distancias focales extremas
Kiko explica que cuanto más larga sea la distancia focal, más se debe tener en cuenta la estabilidad y la velocidad de obturación. “La forma en que compenso la trepidación a distancias focales largas es utilizando un buen trípode”, comenta, “o si trabajo cámara en mano, activando la estabilización de imagen en mi cámara para poder corregir la trepidación.
“Si no tengo un trípode en un momento dado y trabajo con poca luz, primero intento, con ISO altas y aperturas más amplias, encontrar una velocidad suficiente para que el sujeto no salga borroso. Pero si no es posible, la mejor opción es activar las opciones de estabilización”.
¿Una buena regla general para las velocidades de obturación? “Siempre intento trabajar a una velocidad más rápida que la distancia focal más larga del objetivo, así que si estoy ampliando a 600 mm, sé que debería ajustar el obturador más rápido que 1/640 s para evitar la trepidación de la cámara.
“Un ejemplo que uso a menudo es que un objetivo con una distancia focal larga es como una caña de pescar: cuanto más larga sea la caña, más trepidación habrá en la punta. Aunque creamos que no se agita porque tenemos un agarre firme, si miramos la punta, se moverá.
“En el caso de un teleobjetivo largo, sucede lo mismo. Podemos pensar que las imágenes saldrán nítidas porque tenemos la cámara bien agarrada, pero si estamos utilizando una velocidad inadecuadamente baja, todo ese movimiento se transferirá al objetivo, lo que hará que las imágenes salgan con desenfoque por movimiento”.
El mejor objetivo para fotografía de aves
Para Kiko, el rendimiento de un objetivo en concreto lo hace completamente esencial para su trabajo.
“Aunque tiene una distancia focal más corta, y dada la dificultad en Europa para acercarse a la vida salvaje, el XF200 mm F2 es mi primera opción”, comenta Kiko. “Equivalente a 300 mm F2 en fotograma completo, o 420 mm F2.8 si utilizo el teleconvertidor XF1.4X que viene con el objetivo, tiene un alcance más que suficiente para hacer el tipo de fotografía que quiero hacer.
“La nitidez es increíble, ya que no solo me proporciona una luminosidad extrema, sino que también me permite trabajar a altas velocidades de obturación al final del día cuando la luz ya es poca. Tener un objetivo tan luminoso es una gran ayuda, especialmente al vivir en una región como Galicia donde llueve mucho y la ausencia de sol es notoria durante los meses de invierno.
“Además, trabajo principalmente en bosques donde el nivel de luz disminuye incluso si no hay hojas en los árboles. Cuando trabajas con aves forestales pequeñas que están extremadamente nerviosas e inquietas, es un problema que solo puedes resolver con un objetivo de este tipo.
“Alguien como yo, que es un fotógrafo orientado a la composición, no necesita distancias focales extremadamente largas ni cubrir todo el fotograma con el sujeto, por eso XF200 mm F2 es mi objetivo favorito”.
“Por supuesto, si mañana fotografiara leopardos de las nieves en Nepal, necesitaría todos los milímetros posibles. En ese caso, estamos hablando de un tipo diferente de fotografía. Pero XF200 mm F2 se adapta mejor a mi flujo de trabajo”.
Kiko insta a sus compañeros creadores de imágenes a que se acerquen a la selección de objetivos como artistas, no solo a que la releguen a una cuestión de cifras.
“Sea cual sea la situación, los fotógrafos de la naturaleza siempre quieren cada vez más milímetros. Pero en algún momento, tenemos que parar y decidir lo que realmente necesitamos en nuestro trabajo diario”, concluye. “Para mí, las distancias focales extremas no son una prioridad; mi fotografía no se basa en primeros planos, sino en composiciones más abiertas”.
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